Dedicado a la gran familia Hernández Toledo, inmejorables anfitriones que nos guiaron para descubrir los misterios de esta hermosísima tierra
de
islas, canales, lagos y volcanes
con
albas cumbres, gráciles titanes
perfilados
sobre un azul celeste.
Y está Chiloé, perla del sudoeste,
es
la isla grande, de brujos y chamanes
e
iglesitas de aires alemanes;
allí
los turistas hoy son una hueste.
Puerto
Montt se extiende, bien resguardado
por
una apacible y amable bahía,
tan
excéntrico como sus amantes.
Cultiva el alerce, su árbol sagrado,
cuyos
bosques son paz y poesía
…
y a las casas dan tejuelas aislantes.
Visita, viajero, este edén en verano,
cuando
es ameno su encanto y su arcano.