El buque colosal de su castillo,
alzado
sobre el más leal roquedo,
surca
un mar cuajado de viñedo,
una
marea de uva tempranillo.
En sus hornos, lechazo y cochinillo
son
asados con arte y con denuedo,
y en
el Coso, la cuadratura de un ruedo,
son
lidiados el toro y el novillo.
La que recia fue villa castellana,
que
asedios soportó y devastaciones,
convirtiose
en un burgo regalado,
se ha
vuelto su religión pagana
y
eleva a Baco el dios sus oraciones,
al
que ha su fortaleza consagrado.
De la ribera corazón del Duero,
y ameno sus bodegas holgadero.
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