Se abraza al estuario del Garona
y
es su puerto, por ello, el de la Luna.
Tiene
alcurnia y nobleza esta comuna,
perla
de Aquitania, joya gascona.
De historias y natura ella blasona:
los
girondinos, la Fronda, ser cuna
de
Montaigne, de la impresionante duna
de
Pilat, o del néctar que la entrona.
Le debe su comarca tanto al vino,
célebre
desde tiempos medievales,
que
un museo colosal le ha dedicado.
Y
al turista obsequia con un divino
paisaje
de nobles viñas caudales:
ameno,
selvático, alomado.
Cerca, en el de Arcachon bassin salino,
se
emplazan espléndidos ostrales
que
su fruto regalan delicado.
Viajero sibarita y exquisito
(Goya
lo fue, tal vez medio exiliado),
tu
gusto halagarás allí infinito.
Très belle et ineffable déclaration d'amour a Bordeaux et sa région. Merci
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