viernes, 7 de agosto de 2015

LANZAROTE. EL INFIERNO HOSPITALARIO


        Se complace en bromear con el infierno
o en tener un demonio de mascota,
alardear de su esencia procariota
o la ausencia en su clima del invierno.

        Fue sucursal en tiempos del averno
y la puso la lava en la picota,
mas de aquella remota bancarrota
deriva su progreso postmoderno.

        Hoy por miles le llegan los turistas
para ver sus paisajes desolados
y holgarse en sus playas africanas.

        Delirio de labriegos paisajistas,
en cráteres humildes y abrigados
sus viñas medrarán almibaradas.

             En este isleño y onírico alambique
su ingenio destiló César Manrique.