jueves, 28 de noviembre de 2013

SEGOVIA. EL SEDIMENTO DE LA HISTORIA

 

        Detrás de su acueducto prodigioso,
de las torres de iglesias medievales,
de sus plazas y calles monacales,
detrás de su alcázar jactancioso.

Más allá de su aire cadencioso,
de su templo de formas colosales,
insigne catedral de catedrales.
Detrás de lo bello y lo grandioso

la Historia se esconde y se revela:
las guerras con sus muertos, los asedios,
las hambrunas, la peste, los destierros.

San Juan de la Cruz, con grácil hábito de hierro,
levita en una humilde plaza y se desvela,
a la noche del alma buscando los remedios.



miércoles, 27 de noviembre de 2013

VENECIA, O LAS INUNDACIONES





       Síntesis de hermosura y disparate,
ciudad caudal de líquidas murallas,
de nautas mercaderes con agallas,
todo el Mare Nostrum su acicate.
                                    
        No labora en su puerto un calafate
ni sus nobles comercian con vituallas.
Ya no libra marítimas batallas,
trocado el velero por el yate.

        Reliquia extravagante y misteriosa,
decadente capricho de la historia,
hoy la inundan el agua y los turistas.

        Con mueca irónica y jocosa
ve Goldoni a la plebe ambulatoria
y en góndola a las turbas elitistas.

        Anacrónico parque de atracciones,
bellos palacios son sus pabellones.


martes, 26 de noviembre de 2013

OPORTO. BRUMA SUSPENDIDA


        Suben a quejarse las gaviotas desde el Duero;
se elevan entre brumas que adensan los espacios,
sobre lánguidos puentes, casuchas y palacios,
abandonando el río, con su volar ligero.

        Son a veces sus callejas el derrumbadero
de azulejos, molduras, frontones y cimacios,
de pretéritas glorias y de blasones sacios,
cuando de descubridores era embarcadero.

        Aquende el río sus casas visten de colores,
en puzzle abigarrado, las mínimas fachadas;
allende se ocultan entre sombras los sabores

del néctar generoso que envejece bajo arcadas.
Canta el aire un fado de lamentos seductores
que habla de amores tristes y almas desgarradas.


martes, 19 de noviembre de 2013

PARA UN TAL ALBERTI QUE HASTA ROMA VINO


A Roma vine como caminante,
consciente del peligro que corría,
desoyendo el aviso y la porfía
que en tus versos me hiciste suplicante.

        He buscado tu alma trashumante
en las calles y plazas noche y día,
los gatos, las meadas, la alegría
del agua de las fuentes, tintineante.

        Caí preso, al fin, de tanto arte,
de su aire, de su luz, de su pasado,
que tantas sombras tiene como brillos.

        Como confidencia he de contarte
que en Roma tantas cosas han cambiado
que no he visto, por más que haya buscado,
en las paredes hoces y martillos.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

LLANTO POR GRANADA




        Hay abierta una herida en tu costado;
por ella te desangras cada tarde,
cuando tu horizonte llora y arde
la nieve roja en fuego desbocado.

Es feroz tu pasado y despiadado,
heroico y ruin, espléndido y cobarde.
Y a pesar de la pompa y tanto alarde,
es tu presente gris, desdibujado.

        Las torres de la Alhambra, con despecho,
miran la fértil vega, ya invadida
por una hueste hostil de hormigoneras,

y, atónitas, ven del Genil el lecho
devastado por mano dendricida,
de cemento inundadas sus riberas.