lunes, 10 de septiembre de 2018

FUERTEVENTURA. DEL PURGATORIO AL PARAÍSO





        Anduvo Unamuno estos andurriales
condenado a la pena de destierro,
describiendo en sonetos teologales
la dura y carencial vida de perro

que en esta tierra (aulagas, sol y eriales)
se sufría como un divino yerro.
Mas quiso el cielo aminorar sus males
y contrarrestar su insular encierro.

        Dispuso así que sus grandiosas playas,
y su eterno y sensual primaverano,
miríadas atrajeran de turistas.

        Sus gentes libran hoy otras batallas
tras el giro cabal, copernicano,
y vencidos los augurios fatalistas.

El arcano nombre, Fuerteventura,
sugiere hoy epicúrea dulzura.