domingo, 18 de agosto de 2019

MONT SAINT-MICHEL. A MERCED DE LAS MAREAS




        Buscando soledad y recogimiento
fue fundada en su roca una abadía,
que es isla o península en el día;
juego de las mareas su aislamiento.

        Al líquido y arenoso ceñimiento
se agregaron murallas a porfía
blindando su abismal topografía;
era un tiempo el Medievo turbulento.

        Tan altivo quedó e inexpugnable,
que en  la guerra eterna de los cien años
nunca el inglés lograra conquistarlo.

        Hoy, sin embargo, es innumerable
la horda que asciende sus peldaños
para hollarlo y, acaso, profanarlo.

Inundan pleamares de turismo
el retiro, la paz y el ascetismo.





domingo, 5 de mayo de 2019

CÁCERES. PALACIOS MELANCÓLICOS





        Nobles arrogantes y altaneros
moraron sus palacios almenados,
que fueron a la postre desmochados
por mandato de regios desafueros.

        Hoteles son hogaño y cenaderos,
museos, entidades, aun mercados
del souvenir kitsch y de embuchados
nobles y otros productos matanceros.

        Do antes señoreaban los Golfines,
los Obando, los Monroy o los Aldana,
deambulan turistas a todas horas.

        Historia fueron piedras y adoquines,
de la sagrada, amén de la profana;
hoy son solo tramoya evocadora.







sábado, 16 de marzo de 2019

ALICANTE, CIUDAD ABIERTA





        Capital de una costa con guapeza
que al turista atrae del extranjero,
su Explanada de España es paseadero
y miradero fetén su fortaleza.

        Contempla Canalejas con nobleza,
sobre un león yacente y plañidero,
su moderno y lujoso fondeadero,
muestra de opulencia y de riqueza.

        Su historia relata graves lances,
y hace nada algún turbio episodio,
de patio quizás de monipodio;

pero al cabo ninguno de estos trances
enturbian su alba luz y vaporosa,
que en la cúpula azul refulge airosa.

        Población liberal y tolerante
y abierta ciudad; llámela Alicante.





domingo, 13 de enero de 2019

SAN SEBASTIÁN. LA AMANTE FAVORITA DEL CANTÁBRICO





        Sobrada es sin duda la autoestima
de esta ciudad coqueta y distinguida.
Al Cantábrico seduce, presumida,
y peinando sus vientos lo fascina.

        La elegancia en la Concha se enracima
en suntuosas fachadas, y la vida
de una urbe mimada y consentida
allí se huelga, se exhibe y legitima.

        Recuerda con nostalgia su pasado
de capital del regio veraneo,
con una corte estival algo pomposa.

        Custodia el arcano vascongado
y se cubre con rico solideo;
con una cosa viene la otra cosa.

        Ciudad nobiliaria y a la vez canalla,
amena y liberal, nunca vasalla.