viernes, 23 de junio de 2017

VISEU, PAX LUSITANA



        Corazón de la Beira portuguesa,
entraña de la antigua Lusitania,
en sus inicios, tal vez, una citania,
más tarde la heredad de una duquesa.

        Sus plantas por el norte el Pavia besa,
en estampa de hermosa fotogenia,
muy cerca do Viriato a la vesania
de Roma combate y, audaz, represa.

        Un remanso de paz es hoy la villa,
que se embalsa en la plaza de Rossio
y solaza a Enrique el Navegante.

        Su extraña catedral en lo alto brilla,
como un enorme y colosal navío,
de interior manuelino y deslumbrante.

        No sorprende que urbe tan amable
la estime el portugués tan saludable.




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