jueves, 18 de octubre de 2018

GRAN CANARIA: LA CULTURA DEL SAVOIR VIVRE





        Su atormentada piel, su orografía,
laberinto de crestas y barrancos,
que exige a veces recorrerla a trancos,
contrasta con su luz y su alegría.

        Su afable y cordial feligresía
(maneras liberales, modos francos,
limpios corazones, mirlos blancos)
 forma una hospitalaria cofradía.

        Suele ser el canario cachazudo,
por un gozoso clima modelado,
al que la holganza ingeniosa seduce.

        Allí sestea Pérez Galdós medio desnudo,
sobre un noble pedestal alzado,
frente al teatro que su nombre luce:
tal que un Séneca entre insular y matritense.

        Explórala viajero con cuidado
y hallarás la cultura canariense.





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