martes, 25 de marzo de 2014

TOLEDO, LA ESPUMA DE LA HISTORIA



        Duermes, discreta, el sueño de los justos
con el dulce arrullo de la historia,
que una nana te canta laudatoria
entre arcos elegantes y vetustos.

        Sufriste, sin embargo, años infaustos,
siglos de derrota, más que de victoria,
de tristeza y depresión, mas que de euforia,
de asedios y destierros tan injustos.

        En una plaza humilde y recoleta
Garcilaso recita sus sonetos
ajeno a los afanes gremialistas.

        Fuiste ciudad del culto y del poeta,
de reyes y nobles capuletos.
Hoy te invade una turba de turistas.


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