domingo, 25 de mayo de 2014

PALMA DE MAYORCA. EL TRIUNFO DE LA LUZ



        Un diluvio de luz se precipita,
se abate desde alturas siderales,
formando sedimentos aluviales
de brillos en su mar de lazulita.

        Traspasa las vidrieras y levita,
mutada en colores celestiales
entre arcos ojivales y sitiales,
en su Seu, esbelta y urbanita.

        Entra por las troneras del castillo,
que fue de Jovellanos la mazmorra,
víctima del fanatismo oscurantista.

        Brota en el romero y el tomillo,
se sacude en su calles la modorra
y deslumbra en sus playas al turista.

        Allí huelga el mar Mediterráneo,
libre, feliz, desnudo y espontáneo.




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